lunes, 12 de diciembre de 2011

Noches de verano

Las noches de verano eran ese candombe de mosquitos molestando; eran el olor a Raid que se tiraba para que esos mismos mosquitos candomberos no lo picaran;
Las noches de verano eran el cantar de los grillos y la luz de las luciérnagas; eran el ruido de la bomba que llevaba agua al tanque de la terraza;
Las noches de verano eran el zumbido de las paletas de acrílico rojo del viejo ventilador de pie; eran el tenue resplandor del tubo de la cocina ;
Las noches de verano eran incluso el mismo silencio de un barrio desierto que descansaba en horas de la madrugada...

Las noches de verano son el ruido de ascensores propios y ajenos subiendo y bajando incansablemente;
Las noches de verano son los zumbidos industriales y vacíos de los aires acondicionados de todo el edificio;


Las noches de veranos son el constante tráfico yendo por las grandes avenidas que nunca descansan sin importar la hora;
Las noches de verano son los balcones con macetas sin lugar para los grillos ni para las extintas luciérnagas;
Las noches de verano son hasta la desazón del abandono de aquellos mosquitos que no trabajan a grandes alturas y que han jubilado consecuentemente al legendario Raid.