lunes, 2 de agosto de 2010

Las venas

El pibe está en su cuarto con un libro de Eduardo Galeano en las manos. Tras una larga y concentrada lectura, decide interrumpirla. Ensimismado y reflexivo, deja el libro sobre la mesita de luz, toma el control remoto y prende la televisión. Hace un zapping pausado. Primero sintoniza un partido de fútbol nacional donde veintidós jóvenes inexpertos corren sobre un campo amarillento y poceado. Luego sintoniza uno de fútbol europeo, donde los mejores futbolistas de su país corren detrás de una pelota que rueda sobre canchas de una espectacularidad cinematográfica. Indignado por notar el contraste de un fútbol (pobre) y otro (rico), apaga el televisor, mira la tapa del libro y concluye que ya no es el oro, la plata ni el cobre lo que saquea Europa. Ahora lo que se llevan al viejo continente son los jugadores.“Las venas de América Latina siguen abiertas”, dice y retoma la lectura.