viernes, 12 de junio de 2009

FACEBOOK*


Sonó el despertador, Paula abrió los ojos un poco exaltada y lo apagó inmediatamente. Luego sacó las piernas de la cama y se levantó.
- ¿Qué hora es? – Preguntó con voz ronca su marido, que tenía la almohada atravesada en la cabeza.
Ella se dio la vuelta y le dijo:
- Son las ocho y veinticinco.
- Qué bueno...- Bostezó -... Me quedan treinta y cinco minutos.
Paula no le respondió, se puso la bata y fue hasta la cocina.
- ¿¡Ya vas a prender la computadora!? – Le gritó él desde el cuarto. Ella lo ignoró.
El monitor se iluminó. Paula clickeó dos veces sobre la `e´ del Explorer y colocó el sitio web a donde quería entrar. Digitó el nombre de usuario y la correspondiente contraseña.
“¿Qué estás pensando?”
Le preguntó después de un rato la pantalla entre tonalidades blancas y azules. Allí, en ese espacio, aún figuraba el estado de la noche anterior.
La mujer sonrió ante el sinfín de comentarios que muchos amigos habían hecho al respecto.
¡Te felicito!
Escribió Lorena López.
¿Será nena o varón?
Curioseó Aureliano Buendía.
¿Se agranda la familia?
Preguntó con algarabía su hermano Demián. Ella siguió buscando y leyendo los saludos.
¡Felicitaciones!
Firmó una tal Andrea Núñez. Paula frunció la expresión y estudió la foto del contacto.
- ¿Y ésta quien es?
Siguió recorriendo su página. Muchos pulgares de enhorabuena figuraban allí. Eran de aquellos tantos conocidos que sin tiempo para tipear palabras de cariño, decidieron acompañarla con la opción: “Me gusta esto”.
Volvió a sonreír.
-¡Cómo me quiere la gente! – Dijo y notó en el reflejo de la pantalla la maraña de pelos espantosamente enredados que tenía en la cabeza.
Miró el reloj que estaba colgado en la pared de la cocina. Eran las ocho y media.
- ¡Ay no! ¡Es re tarde!- gritó media histérica.
Se concentró nuevamente en la computadora y poniendo los dedos estratégicamente sobre el teclado reescribió sobre el “¡Estoy embarazada!” que había dejado la noche anterior después de hacerse un test de embarazo casero; por un: “Me stoy bñando, NO LLEGOOOOOO...Ahhhhhhhh!”
Dejó la máquina y se fue corriendo hasta el baño con una tanguita en la mano.
Salió de la ducha, fue nuevamente hasta el teclado:
“Cambiándome”.
Aun con el pelo mojado, ya vestida, saboreó con velocidad un café.
“Desayunando, a punto de ir al trabajo”.
Tomó las llaves, la cartera.
- Mi amor, me voy a trabajar – Saludó a su marido y se perdió tras la puerta.

En el escritorio de la oficina, un portarretrato la mostraba junto a su esposo en las terrazas del Machu Pichu. Le encantaba esa foto y por eso la tenía como imagen de perfil en el Facebook hacía una semana. ¡Todo un record! Generalmente las cambiaba a diario.
La computadora inició. Abrió el Explorer y apareció la página que ya tenía establecida.
“En la oficina”
Escribió, luego cargó los programas que necesitaba para trabajar y fue por el segundo café de la mañana.
Volvió al escritorio y se sentó frente al monitor. Los saludos por el embarazo seguían llegando. Paula trataba de alternar entre el procesamiento de una serie de pedidos que le estaban entrando al sistema y las respuestas a sus amigos virtuales.

“Me muero de ammmmmbre”
Apareció en su estado con una horrorosa falta de ortografía.
Ya era casi mediodía y el apetito hacía estragos en su estómago.
Cuando volvió de almorzar un par de empanadas del quiosquito de la esquina, el teléfono de su escritorio estaba meta sonar. Aceleró el paso, era su madre que se había enterado por Demián que desde anoche, iba a ser abuela.
- ¿Cómo puede ser que se entere primero Demián y no yo que soy tu madre?
Paula levantó los ojos y se mordió el labio inferior.
- Mamá, es que lo puse en Facebook.
- ¿Qué? ¿Y qué es eso? – Preguntó desconcertada.
- Una red social...
- ¿Una qué?
- Nada...nada.
- No, nada no...Ahora decime.
- Nada mamá…es una página de Internet donde cada uno puede ponerse en contacto con gente amiga y personas del trabajo o de la facultad. Podés subir fotos, videos...que se yo.
“Explicándole a mamá qué es Facebook, JAAAAAAAAA”
Del otro lado de la línea solo se escuchaba el resuello de la respiración.
- ...Yo tengo más de seiscientos amigos, Ma...
- ¿Qué? No entiendo...– preguntó totalmente perdida - ¿Acaso toda esa gente lo sabía antes que yo?
- ¡Basta mamá! ¡Por favor!
“Discutiendo con mamá”
Apareció en el: “¿Qué estás pensando?” Inmediatamente un par de amigos online opinaron con un “Me gusta esto”.
Paula cortó el teléfono.
“A trabajar”
Tipió, y de pronto vio a su jefe aproximándose peligrosamente hacia ella. Ocultó con rapidez la ventana del Explorer. El sujeto le dedicó una mirada inquisidora. La mujer le regaló su mejor sonrisa. Luego él se perdió por los pasillos.
“Casi me agarra mi jefe, jejjejee...”

La jornada laboral transcurría normalmente hasta que promediando la tarde, Paula comenzó a sentirse mal.
“Me siento mal L no sé para q comí esas empanadas de mierda :S”
Se levantó, fue hasta el baño. Volvió al escritorio. Romina, una compañera del trabajo notó la mala cara que tenía y se arrimó para saber que le pasaba.
- ¿Qué te pasa? – Le preguntó.
Simultáneamente los “Qué te pasa?” se repitieron y multiplicaron por la red.
Paula no le respondió ni a Romina ni a ninguno de sus amigos.
- Vamos que te acompaño al baño.
Romina la tomó por el codo y la llevó casi a rastras. Luego de un minuto volvió a salir y fue corriendo hasta la oficina del jefe a quien le pidió que llamara a una ambulancia.
Mientras esperaban a que llegara el servicio de emergencia, Paula, desoyendo los consejos de sus compañeros, volvió a su box y se sentó frente a la computadora.
“Ya viene la ambulancia ¿Q ME PASA? :S”
Romina le trajo un vaso de agua, mientras otra compañera le daba aire con un improvisado abanico A4.
Al rato llegó el médico que la llevó nuevamente al baño para poder examinarla con mayor tranquilidad.
Pasaron cinco, diez, quince minutos. Finalmente Paula salió del baño con cara de consternación. El médico le había dado una serie de indicaciones y le había ordenado que se fuera a la casa de inmediato.
Ella se acercó hasta su box. Tipió con rapidez un nuevo estado; luego apagó la máquina, tomó su cartera y se marchó.

A la mañana siguiente esperó a que su marido se fuera a trabajar para salirse de la cama.
- ¡No quiero que te muevas de acá! ¡Ni para sentarte frente a la computadora! – Le había dicho antes de marcharse y de darle un beso en la frente – Cualquier cosa que necesites me llamás.
Pero el reposo no era para ella. Quería levantarse, hacerse un té y conectarse un ratito en Internet.
Y así fue. Se levantó, se puso la bata y fue hasta la cocina. Buscó unos fósforos, prendió una de las hornallas y dejó calentando un poco de agua.
Luego casi con desesperación fue hasta el escritorio, se sentó en el sillón giratorio y prendió la PC. Una vez que ésta cargó, inició sesión en Facebook.
La pava comenzó a silbar. El agua hervía y emanaba vapores hacia el techo. Ella estaba concentrada en la pantalla.
Y así de repente vino la primera lágrima, seguida por una segunda. Paula se las secó para poder seguir leyendo el sinfín de palabras de aliento que sus amigos habían dejado durante las últimas horas en su espacio.
Se sintió más querida que nunca. Sonrió, se secó los mocos con el puño del camisón y apoyando los dedos sobre el teclado, cambió el “Chicos estoy re triste, perdí el embarazo” que había puesto el día anterior antes de irse de la oficina; por el “¡Gracias x el apoyo! ¡LOS KIERO A TODOS!”.









* Facebook es un
sitio web de redes sociales creado por Mark Zuckerberg. Originalmente era un sitio para estudiantes de la Universidad de Harvard, pero en la actualidad está abierto a cualquier persona que tenga una cuenta de correo electrónico. Los usuarios pueden participar en una o más redes sociales, en relación con su situación académica, su lugar de trabajo, región geográfica, etc. Millones de personas usan Facebook a diario para subir fotos, compartir videos y links con amigos.